Özer parece frágil debido a su corta estatura (1,74 cm.) y a su poco peso (65 Kg.) pero nada más lejos de la realidad. Destaca por su polivalencia y su magnífica visión de juego. Posee talento a raudales, y es de esos jugadores especiales que pueden decidir partidos en un abrir y cerrar de ojos. Juega de mediocentro ofensivo aunque, gracias a que se adapta a cualquier posición del centro del campo, también puede desenvolverse en banda o un poco más cerca del área. Su pierna buena es la diestra, pero maneja con tremenda destreza la zurda también. Sus frivolidades con el balón no dejan indiferente a nadie ya que su técnica debería medirse en quilates, aunque a veces peca de individualista.
También podemos decir que Hurmaci es un jugador con un aguante físico espectacular, no es el típico futbolista que quiere el balón al pié. El turco es solidario con su equipo y si tiene que bajar y sacrificarse para recuperar una pelota o cortar una jugada, el lo hace. Su máximo potencial, como ya hemos dicho, lo ofrece en el mediocentro, donde hace gala de su toque y de su forma de distribuir el juego del equipo. Cerca del área es tremendamente peligroso puesto que su velocidad, su cambio de ritmo, su regate y su disparo hacen de el un jugador muy difícil de parar
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